«No tengo vergüenza de decir que salgo a las 6 de la mañana a vender
rosquitas y tortas, porque la plata no alcanza, no me da vergüenza ir casa por
casa ofreciendo algo para compartir con el mate, vamos a salir adelante. Te
juro vieja que con el fútbol te voy a dar algo también».
El tuit publicado días atrás por el futbolista
de Deportivo Penales, Cristian Vega, superó las fronteras de la provincia y en
pocas horas alcanzó más de dos mil retweets y cuarenta mil me gusta. El joven,
de 20 años, nunca se imaginó que su mensaje escrito en esos casi 280 caracteres
alcanzarían repercusión nacional.
«Tengo 20 años, soy de Santa Rosa, La Pampa. Soy un
pibe humilde, no tengo ni muy poco ni tampoco tengo mucho. Gracias a Dios y a
mis viejos no me falta la comida. Me la rebusco día a día con mi familia,
haciendo rosquitas y tortas fritas. Todavía queda gente buena y gente bien que
te ayuda a salir adelante», contó el futbolista en una charla con el sitio
soloascenso.com.
Vega se desempeña como volante por derecha en el Carcelero,
que dirige Hugo Artola. Se describe como un carrilero que baja mucho a ayudar
al lateral y que se manda constantemente al ataque.
«Estoy jugando en el Club Deportivo Penales. Me abrieron las
puertas en 2019 y jugamos el Torneo Provincial (Sub 20). Tuve la mala suerte
que vino esta pandemia y no pude seguir jugando. Entreno en casa y hasta hace
poquito lo hacíamos por Zoom con mis compañeros. Le agradezco al Club porque me
dieron una mano y son mi segunda familia», manifestó el joven.
Vega, que debutó en la primera división del Carcelero en
octubre de 2019, fue titular este año en el debut de Deportivo Penales ante All
Boys en el Torneo Oficial, que quedó inconcluso a causa de la pandemia de
coronavirus.
«Nunca me imagine que el tuit iba a tener tantos me gusta y tantos reetwets porque tenía pocos seguidores. Tampoco fue mi intención generar tanto escándalo. Me llegaron mensajes de gente extraordinaria, diciéndome ‘dale loco, fuerza que vas a salir adelante’. Me llenaron el alma esos mensajes. Hubo algunas que me dijeron ‘sos re fantasma, te gusta cartelear’. Lo publiqué porque sentí eso en ese momento. Estoy sorprendido por la repercusión que tomó», detalló.
La familia y el fútbol son las cosas más importantes
de su vida. Su mamá Adriana es el pilar de esa familia y Cristian trata de
darle una mano, cumpliendo el rol del hermano mayor.
«Mi día se basa en estar en casa con mi familia. Salir a
correr un poco, entrenar acá. Cuando se puede, salir a vender. Somos cinco
hermanos en casa y la mayoría del tiempo estoy acá. Mi vieja siempre se rompió
el lomo laburando y ahora está sin trabajo. Además, vivo con mi padrastro, que
es como mi viejo, porque me crió desde los cinco años. Día a día la peleamos.
Tenemos el apoyo de la familia de mi vieja y de mi viejo. Mi vieja es la que me
da fuerza. Me sale solo ir a buscar la comida y la plata para poder ayudarla.
Ella para mí significa todo», sostuvo entre lágrimas.
Este joven de 20 años tuvo la posibilidad de dar el gran
salto, pero el dinero fue una piedra en el zapato en esa ocasión. Sin embargo,
la vida muchas veces da segundas oportunidad
«Un sueño ya lo cumplí, que fue jugar en un club y debutar en
Primera. Quiero que la gente vea mi nombre en la camiseta y cómo me mato en el
fútbol porque es mi única pasión. Siento que lo hago muy bien y que puedo
llegar. No tuve la oportunidad de dar un salto explosivo en alguna provincia. A
principio de año me fui a probar a River, estuve muy bien en la prueba, tenía
que seguir yendo dos semanas para seguir jugando amistosos. Lamentablemente
fuimos con quince mil pesos y no nos alcanzó el dinero. Yo miré a mi viejo, que
fue el que me acompaño y le dijo ya está. Quince lucas para nosotros es un
montón. Teníamos que hospedarnos, vivir con esa plata y no nos alcanzó. Yo
sentía que podía llegar a quedar. Lamentablemente me tuve que volver y seguir
jugando en mi club. Ojalá que algún día pueda llegar a jugar en algún club de
Buenos Aires», cerró.
FUENTE: LA ARENA.